Con la llegada de noviembre anochece antes, el frío se instaura y las cocinas empiezan a oler a canela, azúcar y miel, mientras se elaboran los dulces típicos de estas fechas para compartirlos en familia y homenajear a los difuntos en el día de Todos los Santos. Advertimos que este texto no es apto para paladares no melosos. …ver artículo completo