Colaboradores

Podríamos acudir a un mercado convencional, cercano a nuestros restaurantes. Podríamos esperar cómodamente en nuestras cocinas la llegada del género. Podríamos ser una aburrida cadena de montaje: de la furgoneta al fogón, del fuego al plato. Podríamos hacerlo. Pero no queremos.

Por el contrario, hemos establecido un modelo de aprovisionamiento sostenible y leal con nuestros comensales. Murcia, sus materias primas (pescado, carnes, hortalizas, aceites, vinos, licores, quesos,…) y aquellos que las traen con esmero y delicadeza a nuestras recetas no son una mera etiqueta de consumo que pasan furtivamente por nuestra alacena.

No tenemos proveedores, más bien colaboradores. Los hemos buscado afanosamente por toda Murcia; en lonjas, puestos en plazas de abasto, pequeños negocios en pueblos recónditos, en pagos artesanales. No hemos negociado con ellos; hemos dialogado al calor de un cálido vino del lugar y algún manjar murciano. Hemos valorado la calidad de sus aromas, propiedades, control en la producción, y la rotundidad emotiva en el cuidado de todos sus procesos. Y ellos, sus hacedores, han visto en nosotros las manos idóneas para recibir y tratar sus valiosas creaciones en pleno centro de Madrid, con máxima fidelidad al origen primigenio.