No hay verano que se precie, guiri o patrio, en la que la canícula no sea combatida con fresquita sangría, una bebida mediterránea como pocas: fruta de máxima calidad, hielos refrescantes, y, como no, el toque específico del barman.
Fijaros si es mediterránea, que su probable origen se remonta al Imperio que forjó la cultura del Mare Nostrum. En la Roma antigua era muy común beber vino en lugar de agua, como medida aséptica contra el agua contaminada de la época. Tanto niños como adultos tomaban diariamente vinos que se especiaban para dar distintos sabores agradables al paladar. A esta bebida se le llamaba grog o hippocras. …ver artículo completo