Sentarse a la mesa con los amigos, la pareja, la familia, etcétera, es un ritual lúdico que cumple, por lo general, una serie de pautas:
– unos entrantes que abren el apetito y antojan a descubrir que platos vendrán después,
– la elección en la carta de placeres conocidos o aquellos territorios culinarios aún indómitos: arroces clásicos, nuevas fusiones
-la apuesta por vinos y otras bebidas que casan con el yantar oportuno,
– el postre, cremoso o natural, contundente o liviano, que en suma, azúcar al encuentro.
Cumplas a rajatabla todos los pasos, o aún saltándote alguno de ellos, toda comida o cena debe acompañarse del espíritu de conversación y descubrimiento. Y ya, si lo rematas con el licor más exquisito, très bien mon ami!
Esa dulce combinación se llama Karlova, el vodka caramel que reina en la sobremesas de nuestros restaurantes. Llevábamos años trabajando con dicha casa, que asegura, desde una cuidada producción, el sabor más delicioso que puedan disfrutar nuestros clientes.
Muchos nos preguntáis por dicho licor, y ahora, en exclusiva en El Caldero de calle Huertas 15, podréis adquirir una botella a un precio excepcional: 13,20 euros. No dudes en consultar a nuestro equipo.
Sencillez, transparencia y pureza, conforman el alma de Karlova Caramel Conjugando una mezcla de cereales 100%, con agua pura sin imperfecciones de mineralización inexistente, y transformándolo mediante la auténtica destilación tradicional de estilo ruso pero haciendo prevalecer los aromas de frutas. Un vodka donde los sabores y el color van de la mano directamente a tu paladar.
Vendrás por el arroz más rico en Madrid, y saldrás conquistado por el resto de platos de la cocina mediterránea y enamorado de un vodka que vino del frío para tornarse excepcionalmente cálido en nuestras latitudes.
Nota de cata Karlova Caramel:
Aspecto: Color oro con irisaciones marrones y amarillas. Brillante y cristalino.
Aroma: Aroma intenso, con notas de caramelo, vainilla y chocolate principalmente.
Sabor y textura: La entrada en boca es sedosa y golosa a la vez. En el paladar se ensamblan perfectamente los 20º alcohólicos con un punto justo de dulzor y acidez que le otorga un final de boca cremoso y meloso.
