UNA VEZ ABIERTO EL APETITO, DISFRUTA EL VERANO MURCIANO EN PLENO CENTRO DE MADRID DESCUBRIENDO ESTOS MANJARES.
En el restaurante murciano El Caldero Madrid adoramos el verano, esa estación en la que inevitablemente los recuerdos se asocian con el tiempo libre: la playa, la piscina, los paseos nocturnos, las risas con los familiares y amigos. En definitiva, la desconexión de la rutina y el tiempo para hacer todo lo que uno quiera. Pero además, como nos encanta cocinar, creemos que la gastronomía te puede transportar a esas experiencias a través del paladar. En concreto, todas las recetas relacionadas con el pescado de nuestro mar, ese Mar Menor de nuestra tierra murciana que es verano en toda regla.
El litoral murciano ofrece una gastronomía cuya referencia nuclear es el pescado. Y en Murcia, tenemos, entre otros muchos, lo que los pescadores llaman la “morralla”. Que no es otra cosa que el pescado pequeño que no se pesca en grandes cantidades y por eso se vende a precio más económico, sin menoscabo de su calidad.
La base del arroz murciano por antonomasia, el arroz al caldero se sustenta en una buena base de pescados para el fondo de caldo, como son el mújol, la lubina, la dorada, el mero y la gallineta; todos ellos procedentes del Mar Menor. Y el mújol, quizá desconocido para el gran público, se presenta como un pescado saludable como el que más.
Aporta alto contenido proteínico y vitaminas principalmente del grupo B, A, E y D, así como una alta de minerales (fósforo, potasio, sodio, calcio, magnesio, hierro y yodo en contenidos variables dependiendo de la época del año en la que ha sido capturada la pieza o las características del hábitat) que intervienen beneficiosamente en el organismo del ser humano tras su consumo.
Y para muestra de la capacidad de adaptación que muestra en cocinas, son las distintas presentaciones que en el restaurante El Caldero ofrecemos. No sólo como base imprescindible para fumes deliciosos.
Uno de los platos estrella es el surtido de salazones, herencia directa de la presencia romana en nuestro país. Lleva huevas de mujol, maruca, bonito y merluza, además de almendras fritas. Un aperitivo para entrar por la puerta grande para los platos que le sucederán posteriormente.
Y qué decir del tartar de mújol y atún rojo con perlas de salmón, una combinación de matices marítimos en estado puro, dirigido a los que aprecian el sabor de mar en cada bocado.
Nuestro arroz al caldero, además del mujol incorporado en el fondo previo, cocinado durante 5 horas, se acompaña en mesa de dos modalidades: con gambas o con mujol. En este último caso, se gratinan unos trozos de mújol y se sirve en un plato aparte para que cada comensal acompañe el arroz a su gusto con un ali oli suave. ¡Para chuparse los dedos!
También puedes disfrutar del Mujol a la salsa marinera y mújol con crujiente de ajitos. Con cuchara o tenedor, un placer siempre.
